No obstante, no solemos asistir al desamor por pereza o bien desidia, sino por falta de conocimiento del Amor. Hasta que no descubrimos la experiencia de sentirse amado y amante, procuramos conservar nuestra afectividad con otras cosas más inmediatas.

No puedes borrar tu pasado, no se trata de olvidar y hacer como que no ha pasado nada. El correr del tiempo no te cura. Por más que te apartes del narcisista, si no encaras el dolor que te ha ocasionado, su abuso continuado, suavizarás heridas, mas no las cerrarás.

Os contaré un secreto que quizá no sepáis, ¿vale?…las mujeres, el 95 por cien de las mujeres que os halláis de noche cuando sargeáis…NO SABEN BAILAR, ¿entendido? No tienen ni idea de bailar, pero ¿qué hacen entonces? Se mueven.

En contraste al estrógeno, que ayuda a la prevención de la destrucción del hueso, la evidencia sugiere que las isoflavonas también puedan asistir en la formación del nuevo hueso por su acción estimuladora de los osteoblastos.

La podemos encontrar también con el nombre de androstenediona, clenbuterol, dehidroepiandrosterona, DHA, DHAS, metiltestosterona, nandrolona y oxandrolona, siendo sintetizada a partir del extracto de Ñame silvestre (diosgenina).

Muchas mujeres precisan de la estimulación del clítoris en lugar de la vaginal para realmente llegar al clímax, con lo que si la penetración vaginal no la lleva a ninguna , se va a deber proceder a alentar el clítoris también.

Tu relación esta en tus manos, tienes la opción de decidir de qué manera deseas ser, o qué deseas en tu relación, y después hacerlo posible. Tienes un poder increíble de influenciar la relación, ¿estás preparado de una forma útil, ventajosa y brindando el mejor apoyo?

Ni una copa con nosotros, tío, ni una copa. A los diez minutos de abrir el baile, enganchó a la parienta de la mano y se largó. Ni tan siquiera se incordió en hacer un tanto el paripé a fin de que no se notara tanto… Lo llevaba escrito en la frente ¡Qué malo es pasar apetito!.

Muchas personas proceden de niñeces traumáticas y de hogares disfuncionales en los que no han conseguido atención a sus necesidades vitales de amor y cuidado. Entonces quedan traumatizadas y encadenadas al proyecto existencial de hacer cualquier cosa con tal de ser amados por otro.

Por realmente fuerte que sea esta necesidad, a la mayoría de los chicos les cuesta convencer a las chicas de que den su número de teléfono. ¿Hay una bala mágica? ¿Una solución rápida? ¿Algo que de pronto lo va a hacer más simple? Tristemente, no la hay.