Wuopo no es una página de citas especializada única y únicamente en el público maduro como lo es OurTime, pero sus filtros sí dejan acotar la búsqueda para un encuentro con mujeres solteras mayores de 50 años.
Aquí cabria una reflexión de que importa perder el tiempo si no somos dueños del tiempo eterno, si nuestro destino será por último desaparecer ¿Para que preocuparse entonces de nuestra calidad humana?, ¿A fin de que conmover si materializando disfrutas?
Al final de la mañana, un hombre compartió el deseo de haber encontrado este espacio, o bien haber sabido cómo encontrarlo, con su amante años ya antes. Habría hecho toda la diferencia; y ahora era tarde para eso, dado el conocimiento de que llegaba al final de su vida.
No lo compares con absolutamente nadie. Piensa como te sentirías si te compararan con alguien. Todo lo contrario usa palabras para él como que Es único y Especial. Nunca lo agarres de botana, sus compañeros harán lo mismo con él. No emplees palabras para el cómo: eres un burro, un inútil, etc..
Si colocas ahora, mientras que efectúas esa caricia lingüística en su clítoris, una mano sobre el pecho de tu pareja, ampliarás su capacidad orgásmica y favorecerás que la energía sexual de ese encuentro se extienda por su cuerpo.
Estoy convencida de que la espiritualidad, es esencial en el desarrollo del humano, y que por desgracia la mayor parte de las personas, da poca importancia a este importante aspecto del ser humano.
Unos cuantos meses ya antes de interesarme en el chat había estado pensando en escribir un texto sobre la fascinación que ejercita la pantalla del ordenador sobre muchos de nosotros. Pensé en titularlo El espéculo de la bruja de Blancanieves.
La única excepción a esta regla es Fb o Myspace. Si usted no tiene cuenta (o no lo tiene ), no se preocupe. Si la tiene, deje al contacto de su novia en la lista mas, bajo ningún concepto mire su perfil. No puedo enfatizarlo lo bastante. ¡Totalmente no deberá mirar su perfil!
Freud destacaba que el espectro Un pequeño es castigado continuaba al margen de la vida corriente del sujeto; sin embargo, esa marginalidad es en verdad muy precaria: la culpa neurótica reintroduce la fantasía de continuo en la conciencia y el paciente sólo con vergüenza puede balbucirla.